Rosa Vázquez Barrul, fundadora de “Alboreá”, ya desde los años 80 venía participando en distintas labores sociales de cierta repercusión, pero sería a partir de los Seminarios, promovidos por ella en el año 1983 y 1986, en la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo (Palacio de la Magdalena), en Cantabria, cuando tomó verdadero impulso su trabajo, y sus gestiones culminaron, con suficiente experiencia a sus espaldas, en la constitución legal de la asociación.
Ya en su momento, Rosa Vázquez había sido elegida presidenta de una asociación mixta, cargo en el que se mantuvo durante una década, adquiriendo una gran experiencia asociativa.
En la década de los 90, se comienza a desarrollar el movimiento asociativo gitano femenino. Por entonces, Rosa Vázquez había detectado que el tratamiento de la problemática de la mujer gitana debía ser abordada desde una perspectiva diferente y desde entonces se dedicó a analizar la situación de la mujer gitana española, comenzando un recorrido por distintos puntos de España para poder comprobar la diversa situación de la mujer gitana en un marco en el que también se cuenta desde las experiencias carcelarias de las mujeres gitanas de Alcalá Meco de Madrid, Victoria Kent, El soto del Real, y Villabona (Asturias)… hasta las experiencias recogidas durante todo un año en la región catalana, otro año en Asturias, en Galicia, en Cantabria, Pamplona, País Vasco, Comunidad Valenciana,…etc.,cumpliéndose un total de 7 años de recopilación de datos y promoviendo la creación de asociaciones gitanas en cada región.
Como resultado de este profundo análisis de la situación de la mujer gitana en estas regiones y algunas otras experiencias que fueron recopiladas en Andalucía y Extremadura, se creó en el año 1995 la Asociación de Mujeres Gitanas “ALBOREA”, de ámbito nacional. Y el 16 de abril de 1996, se creó la Asociación de Mujeres Gitanas Alboreá Madrid de ámbito local y autonómico.